Parte 1-Peter Hood

Para leer esto La Valse des vieux os-Amelie


Durante generaciones he convivido en mis lecturas con personajes ficticios, que un día cualquiera nacieron en la cabeza de ciertos sujetos, quizás entre sueños, copas o simplemente soledad, luego de haber plasmado aquellos sujetos sobre una hoja escrita con el pulso que se los permitía, salieron al mundo y llegaron a mi escritos por una maquina o reflejados en miles de colores atreves de un televisor, así fue como mi cabeza comenzó a maquinar mil y una idea, de la nada sonreía por el solo hecho de mirar una anciana alimentando una bandada de palomas, y lo mejor era ver que esta lo disfrutaba, era como observar que simplemente disfruto tanto su vida que luego le sobro tiempo para gastarlo en cosas absurdas, como sentarse a una mesa y mirar el vacío, alimentar aves, contar historias a cuantos niños se le cruzaran por enfrente, regañar a cuanta persona menor se les atraviese en los que le queda de vida y como si no fuera poco decirte lo mal que te alimentas y lo pronto que morirás “mírame tengo 89 años y aun puedo sostenerme sola, a tu edad yo era ágil y saltaba no como los niños de aho…” , así fue como me sentí aterrado por primera vez, al ver como se me escapaban los segundos por mis dedos, con tal facilidad como lo haría el agua entre mis manos, siempre he querido tenerlo todo, completamente todo, amor, aceptación, comprensión, lealtad, odio, tristeza, alegría, amar hasta volverme loco, llorar por este mismo, y no saber cómo llegue a estar parado en el techo de mi casa por aquel ser que avía desequilibrado mi vida, así fue como me refugie en ciertas historias de mi infancia que son Peter pan y Robín Hood.